Hola! 👋 Saludos desde la ciudad de Buenos Aires.
Antes de que me olvide, el domingo que viene no voy a publicar 🧳. Voy a estar de vacaciones en El Chaltén esta semana y ya me veo llegando al domingo sin nada.
Gracias a quienes mandaron mensajitos de apreciación del mail colaborativo con Cande la semana pasada. Honestamente no pensé que fuéramos a llegar a publicar en una hora pero sirvió el límite de tiempo, y aparte lo sentí un poco innovador.
Esta semana estuve un poco a full y aún tengo que pulir algunas cosas que estuve escribiendo. Por los pronto hoy puedo compartir lo siguiente: reflexioné sobre que en realidad las cosas son poco glamorosas.
Entiéndase glamoroso como algo hermoso, pomposo, lleno de ilusiones. Algo poco glamoroso es algo desprovisto del halo de fantasía, de que todo será como en las películas.
Ya lo dije con escribir. Escribir, decirse una persona que escribe, es lo menos glamoroso del mundo. Yo creía que escribir era ser importante, viajar por el mundo contando mis cosas, y es literalmente estar sentado y escribir, a lo sumo habrá una linda vista por la ventana pero eso es todo el glamour que se tiene.
Ahora a la lista de actividades que creían eran glamorosas y no lo son se le suman
ser madres/padres (ya medio lo suponía pero cada vez lo confirmo más)
ser docente: estar en un cuarto o frente a la compu, ir muy lento, ejercicio por ejercicio, preguntando y esperando una respuesta. Los tiempos de la enseñanza son distintos y creo que yo siempre expliqué muy rápido.
Cada tanto, en estas tres actividades poco glamorosas (ser escritor, ser ma/padre, ser docente) hay chispazos de sentimientos increíbles como en las pelis, pero creo que mi aprendizaje es que no es siempre así, la mayor parte del tiempo es, justamente, poco glamoroso.
Casi no escribo lo que leerán a continuación, pero por la poca sofisticación de mi sinapsis: el nuevo álbum de Bad Bunny se llama “Debí tirar más fotos” y me está haciendo reflexionar mucho sobre lo que uno va conservando de la vida, los recuerdos, la nostalgia, la vejez. A veces cosas muy triviales como un disco de salsa/reggaetón me desencadenan pensamientos muy trascendentales.
Buscando las canciones en Youtube encontré este videíto de 13 minutos que da contexto del álbum, y el video de esta canción me gustó muchísimo, me dio mucha ternura el viejito yendo a clases de salsa.
En conclusión vengo con el lema de debí tirar más fotos y estuve sacando más fotos, no tantas como hubiera querido pero sí más, y de hecho ya me siento orgullosa de hacerlo: vine a tomar un café con mi tía abuela que hace años reconstruye la historia de la familia. Cada tanto me junto porque ella requiere “armar una base de todos los documentos” o “pasar a excel todos los datos” o “digitalizar las fotos”, etc. Y durante una hora ó dos te actualiza con los últimos hallazgos, que datan cada vez de más tiempo atrás (ahora el antepasado más antiguo que descubrió data de 1750).
No la veo seguido, pero si tuviera que describir mi imagen de ella es en una de dos situaciones: sentada en un café notable con muchos papeles, o yéndose caminando. Cuando llegué a La Biela la vi sentada al fondo con dichos papeles, lapicera en mano, quien sabe escribiendo qué y dije esto es foto. Si tuviera que recordarla, sería así.
Hasta la próxima,
Delfi
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